Las empresas apuestan cada vez más por la implantación de las metodologías ágiles en el interior de sus departamentos que, en un contexto de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA), deben responder de manera rápida y eficiente a las exigencias del mercado.
En este sentido, desarrollar y entregar productos/servicios que cumplan con los estándares de calidad, que satisfagan las necesidades de los clientes y el resto de las partes interesadas, a la par que se reducen plazos de entregabilidad y costes; se ha convertido en algo imperativo y todo un reto que los profesionales del project management deben abordar.
Afortunadamente, el estándar internacional de la gestión de proyectos de PMI® recoge las mejores prácticas y herramientas para conseguirlo, siendo la metodología Kanban una de ellas.
¿Qué es la metodología Kanban?
Kanban (del japonés, “tablero visual” o “señal”) es un método muy extendido en el enfoque ágil de la gestión de proyectos, que nace de la mano de Toyota durante la década de los 50. En sus inicios, fue concebido como un sistema de programación para la fabricación JIT (“Just In Time”), con el objetivo de optimizar la producción de automóviles.
Hoy en día, su implementación responde a una necesidad de visualizar el trabajo de los equipos de manera óptima, maximizar su eficiencia y mejorar continuamente. Para ello, se utilizan tableros organizados por columnas, donde cada columna representa cada etapa del proyecto, y tarjetas muy visuales para representar las tareas individuales y las personas a cargo de cada tarea.
¿Sabías que la configuración más básica de un tablero Kanban cuenta con tan solo tres columnas básicas denominadas "Solicitado", "En curso" y "Hecho"? De esta manera, las tarjetas pasan por cada etapa de flujo de trabajo hasta su completa finalización.
¿Cuáles son las principales características del método Kanban?
✅ Utiliza un sistema con un comportamiento “pull” a la hora de mover el trabajo a través del proceso
✅ Utiliza un enfoque de entregas continuas.
✅ Resulta menos menos prescriptivo y menos perjudicial que otros enfoques de cara a su implementación.
✅ Evita el exceso de trabajo en curso, lo que favorece la productividad y efectividad de las tareas.
✅ Permite una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta ante cualquier imprevisto, ya que todo el equipo conoce el estado del proyecto y el trabajo que se realiza en cada fase.
En definitiva, la premisa del Kanban es que el conjunto de las partes interesadas puedan hacer un seguimiento de su progreso a medida, con una herramienta simple que permita visualizar el flujo de trabajo, la carga del mismo y el estado del cómputo global del proyecto de manera fácil y rápida.
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